
Misioneros actuales
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Mons. Julio Ojeda
Hno. Pedro Barbero

Pedro Barbero Fernández 1934-1997
El P. Pedro Barbero nació en Bermillo de Sayazo, provincia de Zamora-España-el 9 de octubre de 1934. Ingresó al Colegio seráfico de Anguciana el 9 de Noviembre de 1951, colegio que tenía la finalidad de preparar a los jóvenes muchachos para las misiones en Perú. Al año siguiente en Agosto de 1952 llega al Callao junto con otros jóvenes. Ese mismo año es confirmado en Santa Rosa de Quites por Monseñor José María Grain, Vicario Apostólico de Madre de Dios.
El 18 de marzo de 1953 ingresa al noviciado en el Convento de los Descalzos de Lima y al año siguiente es recibido a la profesión simple. Después de terminar quinto de secundaria, en febrero de 1955 se traslada a Ocopa para seguir los estudios de Filosofía y de Teología. En este lugar estuvo hasta 1960 en una ambiente joven y con inquietudes. Eran los años en que ya se preveían cambios a nivel de iglesia y de vida religiosa. El año 1960 cuando iniciaba el tercer año de Teología se suscitaron algunos inconvenientes en el estudiantado. Desde entonces por sus inquietudes y búsqueda de mayor libertad se le calificó con el apelativo de “Bolche”. Ese año sería trasladado a Requena y posteriormente a Arequipa, donde finalizaría los estudios de Teología ordenándose de sacerdote el 11 de febrero de 1962. A partir de ese momento se dedica a perfeccionar sus estudios, ejerciendo al mismo tiempo de profesor de los estudiantes del Coristado, así como en algunos colegios de la ciudad.
En Requena 1962-72
Parte como misionero al Vicariato de Requena, donde además de las responsabilidades propias del ministerio sacerdotal se desempeña como director de la Normal trabajando bien y con dedicación. Hasta hace poco se encontraba una placa en lo que hoy es el Instituto Pedagógico en el que se le recordaba con cariño.
El deseo de profundizar y ampliar sus conocimientos en psicología lo llevó por muchos lugares y lo hizo un tanto itinerante (andariego).
Con motivo de su ida a España, en 1967 aprovecha para seguir diversos cursos desarrollados por el Consejo Superior de protección de menores y una temporada en la Escuela Superior de Ciencias empresariales de Alicante donde impartía clases el famoso profesor KAPPA, a quien se debe el famoso cuestionario que lleva su nombre.
En 1968 vuelve de nuevo a Requena para retomar la Dirección de la Escuela Normal Mixta ayudando en el Departamento de Orientación y Bienestar del Educando (OBE) aplicando hasta 1973 diversos tests, especialmente el Kappa. Por estos años es cuando se interesa por coleccionar y recoger diversos elementos de la flora y fauna de la selva que enviara a la casa de Logroño donde se formará el “Museo Amazónico Misionero».
Sigue su biografía
En 1973 obtiene permiso para viajar a Boston y seguir diversos cursos. En el “Boston Collage” sigue cursos para obtener el CAES (Certificate of advanced Educational Studies) de Psicología. A estos estudios se sumaron los realizados durante un año en el “Master´s Degree”. Debido a los estudios hechos en Boston, cariñosamente y a veces también un poco para fastidiar se le llamaba “el Boston”
Regresa a Perú y entre 1977-1981 trabaja en diversas universidades dedicando muchas horas a la investigación y a la consulta personal. Fruto de ello fue la confección de un Cuestionario de personalidad totalmente construido en el Perú, adoptado a la mentalidad y típico comportamiento peruanos.
En el Capítulo Provincial de 1978 fue nombrado Guardián del Convento de Barranco, pero por diversas razones tuvo que renunciar y trasladado a Arequipa trabaja en la Universidad de San Agustín donde defiende la tesis para optar al grado de Doctor en Educación, logrando así uno de sus anhelos.
En 1981 es trasladado al Convento de San Francisco Solano del Rímac y en 1984 al convento de los Descalzos.
Es conocida una frase que pronunció con motivo de la celebración de las bodas de plata sacerdotales junto a sus compañeros: “Admiro a quienes han sido capaces de permanecer 30 años en un convento, yo no he podido hacerlo por más de 30 días consecutivos. Unos permanecen 30 años en un convento, otros 1 año en 30 conventos”.
De 1984 a 1990 permanecerá en el Convento de los Descalzos realizando diversas actividades pastorales y académicas. En unos datos escritos por el dice el 16 de Diciembre de 1987.
“Tengo dos días a la semana de trabajo en el Seminario de Santo Toribio de 3,30 a 5,30 p.m. Soy el psicólogo de los seminaristas. De ahí paso a la Universidad de Lima, donde tengo tres horas seguidas hasta las 10 de la noche, clases estas de Maestría dirigidas a profesionales. Soy responsable de la revista “Paz y Bien”, que exige una serie de trabajos y preocupaciones. El “Diálogo de novios” todos los fines de mes. Llevo la “Escuela de Padres” que conlleva tener que movilizarse constantemente pro diversos colegios, y además, soy responsable de la Orden Franciscana Seglar, lo que supone constantes reuniones y viajes a diversos puntos del país”.
En 1991 participa en “EXPERIENCIA DE ASIS” por los distintos lugares franciscanos, terminada esta pide permiso para inscribirse en unos cursos programados por la Universidad de Salamanca, por espacio de un semestre, terminado el semestre, pide de nuevo continuar, pero esta vez se le niega el permiso.
En 1992 regresa a Lima y pide permiso para incorporarse a la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús donde permanece hasta la fecha de su fallecimiento el 1 de Abril de 1997.
Que el P. Barbero (“El bolche”, como se le conocía) fue un religioso inquieto y siempre insatisfecho de si mismo es claro. Pero lo es también que tuvo un afán de superación extraordinario. Quería ser útil a los demás y lo fue. Estaba metido en mil cosas. Gozaba de gran simpatía y tenía amigos de todos los estratos de la sociedad. Era amigable, sencillo y ameno en sus conversaciones y preocupado por la marcha de la Provincia y sus religiosos.
Algún tiempo coincidimos en el Convento de los Descalzos y recuerdo su presencia en mi primera misa en mi pueblo donde se hizo presente.
Han pasado muchos años desde su estancia en Requena, pero todavía hay algunos que le recuerdan sobre todo profesores egresados de los que fue la Normal y ahora el Instituto Pedagógico.
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